05 septiembre 2021

Un paso adelante

 

 

Estáis en unos momentos decisivos de vuestras vidas. Tenéis que escoge estudios, amigos y quizás viváis en la incertidumbre de no saber qué hacer.

Los miedos afloran con facilidad. La situación de inseguridad se muestra en ocasiones amenazante. Pero también tenéis proyectos y esperanzas.

En medio de este panorama...

¿Qué buscáis?

¿Cuáles son hoy vuestros temores?

¿Qué o quién os ilusiona? 

¿En quién confiáis?

Vosotros, después de vuestra Confirmación, habéis dado un paso muy importante en vuestra vida, os habéis comprometido con vuestra comunidad parroquial como catequistas. Una decisión valiente en estos tiempos, un signo de esperanza para la vida de la iglesia y un testimonio de fe. 

Para ayudaros en vuestro trabajo catequético os ofrecemos estos temas de Catequesis en Familia que esperamos os sirvan de guía y orientación.

 Temas de formación inicial para catequistas

 




 

22 mayo 2021

Pentecostés

 

Abiertos al Espíritu


No hablan mucho. No se hacen notar. Su presencia es modesta y callada, pero son «sal de la tierra». Mientras haya en el mundo mujeres y hombres atentos al Espíritu de Dios será posible seguir esperando. Ellos son el mejor regalo para una Iglesia amenazada por la mediocridad espiritual.

Su influencia no proviene de lo que hacen ni de lo que hablan o escriben, sino de una realidad más honda. Se encuentran retirados en los monasterios o escondidos en medio de la gente. No destacan por su actividad y, sin embargo, irradian energía interior allí donde están.

No viven de apariencias. Su vida nace de lo más hondo de su ser. Viven en armonía consigo mismos, atentos a hacer coincidir su existencia con la llamada del Espíritu que los habita. Sin que ellos mismos se den cuenta son sobre la tierra reflejo del Misterio de Dios.

Tienen defectos y limitaciones. No están inmunizados contra el pecado. Pero no se dejan absorber por los problemas y conflictos de la vida. Vuelven una y otra vez al fondo de su ser. Se esfuerzan por vivir en presencia de Dios. Él es el centro y la fuente que unifica sus deseos, palabras y decisiones.

Basta ponerse en contacto con ellos para tomar conciencia de la dispersión y agitación que hay dentro de nosotros. Junto a ellos es fácil percibir la falta de unidad interior, el vacío y la superficialidad de nuestras vidas. Ellos nos hacen intuir dimensiones que desconocemos.

Estos hombres y mujeres abiertos al Espíritu son fuente de luz y de vida. Su influencia es oculta y misteriosa. Establecen con los demás una relación que nace de Dios. Viven en comunión con personas a las que jamás han visto. Aman con ternura y compasión a gentes que no conocen. Dios les hace vivir en unión profunda con la creación entera.

En medio de una sociedad materialista y superficial, que tanto descalifica y maltrata los valores del espíritu, quiero hacer memoria de estos hombres y mujeres «espirituales». Ellos nos recuerdan el anhelo más grande del corazón humano y la Fuente última donde se apaga toda sed.

José Antonio Pagola

 

03 abril 2021

Sepulcro vacío

 Evangelio según San Juan 20,1-9.

El primer día de la semana, de madrugada, cuando todavía estaba oscuro, María Magdalena fue al sepulcro y vio que la piedra había sido sacada.
Corrió al encuentro de Simón Pedro y del otro discípulo al que Jesús amaba, y les dijo: "Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo han puesto".
Pedro y el otro discípulo salieron y fueron al sepulcro.
Corrían los dos juntos, pero el otro discípulo corrió más rápidamente que Pedro y llegó antes.
Asomándose al sepulcro, vio las vendas en el suelo, aunque no entró.
Después llegó Simón Pedro, que lo seguía, y entró en el sepulcro: vio las vendas en el suelo,
y también el sudario que había cubierto su cabeza; este no estaba con las vendas, sino enrollado en un lugar aparte.
Luego entró el otro discípulo, que había llegado antes al sepulcro: él también vio y creyó.
Todavía no habían comprendido que, según la Escritura, él debía resucitar de entre los muertos.
 

 En pascua celebramos a un Dios que vence a la cruz. Cada vez que alguien caído se levanta; cuando surge la esperanza en las noches oscuras; cuando una risa rompe, poderosa, el llanto... se vacían los sepulcros; cuando seguimos avanzando, incluso en la dificultad; cuando el abrazo es auténtico; cuando, como un torrente, el evangelio se derrama en nuestro interior y nos vuelve audaces, sabios, fuertes... se vacían los sepulcros. 
 

Tantas veces la vida me sorprende: alguien que vive la enfermedad con alegría, alguien que ama un trabajo, alguien que agradece todo lo que se leda.Personas que animan a los hombres a cualquiertarea. Una muerte que produce vida en los demás.... Sepulcros vacíos, esperanza en medio de la incertidumbre...., ahí es tu resurrección, Jesús.

¿Qué experiencias de resurrección has tenido en tu vida? 

¿Cómo experimentamos la resurrección de Jesús en nuestras vidas? 

¿Mi vida ha cambiado algo por el hecho de la resurrección de Jesús?