22 septiembre 2013

Para, no corras tanto

Comenzamos un nuevo curso cargado de proyectos. Son muchas las expectativas, las cosas que queremos hacer, casi con seguridad tenemos ya nuestra agenda a tope.
Pero en medio de tanta actividad y tanta prisa es bueno que reflexionemos:
- ¿De qué momentos dispongo para pensar?
- ¿Cuáles para encontrarme conmigo mismo?
- ¿Cuándo ese momento para orar, para hablar con Dios?


Nuestras reuniones de catequesis son una oportunidad para encontrarnos con nuestros compañeros, pero para poder compartir en el grupo nuestras experiencias, primero es necesario tomar contacto con nosotros mismos.



Como dice la canción, somos como un mensaje en una botella, pero ¿cuál es el mensaje que transmites a los demás con tu vida?, ¿qué esperas?, ¿qué buscas?, ¿qué te gustaría hacer este curso?, ¿qué te gustaría cambiar en tu vida?

La Iglesia también nos propone una serie de ideales para vivir como cristianos:
"Amaos de verdad unos a otros como hermanos. Vivid alegres por la esperanza y perseverantes en la oración. Compartid las necesidades de los demás, practicad la hospitalidad. Alegraos con los que se alegran, llorad con los que lloran".
Romanos 12, 9-18




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