Qué bueno es tener motivos para esperar. No pasa nada si nos falta algo, si hay heridas, si en algún momento la vida va achuchada.
En realidad hay etapas en las que lo importante es escuchar la promesa de algo bueno. Y creerla, si quien promete es alguien de fiar (Dios lo es). Llegará la sanación para las heridas. Llegará la luz para disipar las sombras. Llegará la paz a las personas. Llegará el amor a poblar las soledades. Llegará la palabra a tender puentes. Llegará el descanso, compartido. Llegarán nuevas ideas, nuevas canciones, nuevos proyectos. Llegará Jesús. Estamos en Adviento.
Está claro que Dios es alguien de fiar, y que gracias a él, llegará el fin de todos estos problemas que estamos viviendo con la pandemia, y espero, que gracias a la llegada de Jesús en el adviento, mejoren algo las cosas
ResponderEliminarTanto en la vida diaria com en esta situación de pandemia, aunque pensemos que esto no va a tener solución, confiar, tener esperanza y saber que Dios siempre está con nosotros para ayudarnos y protegernos.Clara
ResponderEliminarJesús siempre está con nosotros y aunque haya veces que no estemos bien con nosotros mismos, Él nos va a ayudar a encontrar un camino por el que sentirnos bien con nosotros mismos y con los demás. Nerea
ResponderEliminarEn especial en esta situación es fácil perder la esperanza. Todavía más ahora que pensábamos que todo había acabado y ha vuelto incluso con más fuerza. Tenemos que recordar a Dios, el valor de la espera y también que el que espera confía y tiene esperanza. Teresa
ResponderEliminarCreo que la base de la fe cristiana es tener esperanza y no tirar la toalla a la primera, que Dios nos hace seguir adelante y conseguir lo que necesitamos. Ahora, en tiempos de pandemia, más que adaptarse a la nueva forma de vida hay que esforzarse para poder traer de vuelta la antigua vida, que es la que todos queremos. Para ello habrá que esperar y tener esperanza pero no de brazos cruzados, sino actuando. Sofía.
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