16 febrero 2021

Cuaresma

... tiempo para entrar en comunicación más profunda con Dios.  

Nos ponemos en manos de Jesús:

dejémonos recargar por Él en el desierto, 

subamos a la nube en el Tabor, 

vaciemos nuestra papelera en el templo, 

encendamos la linterna como en las noches con Nicodemo

y compartamos como aquel grano de trigo. 

          

Os propongo que cada uno comente el Evangelio de un domingo. ¿Os animáis?

Rodrigo: Recárgate         Marcos 1, 12-15

Sofía: Sube a la nube     Marcos 9, 2-10   

Teresa: Vacíate              Juan 2, 13-25

Nerea: Ilumina               Juan 3, 14-21

Clara: Comparte            Juan 12, 20-33


2 comentarios:

  1. El evangelio Marcos 9, 2-10 (Sube a la nube) trataba sobre cuando Jesús subió a Pedro, Santiago y Juan a una montaña, dónde se transfiguró delante de ellos y apareció junto a Elías y Moisés. Estaban conversando con Jesús y Pedro comentó lo bien que se estaba allí, y propuso que pusieran tiendas para que pasaran la noche con los profetas. Aunque estaba asustado no lo mostraba. Entonces una nube apareció y una voz dijo: «Éste es mi Hijo amado; escuchadlo». De pronto, al mirar alrededor, no vieron a nadie más que a Jesús.
    Desde mi punto de vista la montaña era el cielo y por eso Pedro dice: «¡Qué bien se está aquí!», por ello estaban Elías y Moisés, por eso Jesús estaba en su forma divina. Y la voz era la de Dios.
    Sofía.

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  2. Juan 2, 13-25 - Jesús encontró en el Templo de Jerusalén a los vendedores de bueyes, ovejas y palomas, y a los cambistas, sentados detrás de sus mesas. Hizo un látigo con cuerdas y los echó a todos fuera del Templo. Les dijo: "Saquen eso de aquí y no conviertan la Casa de mi Padre en un mercado". Los judíos intervinieron: "¿Qué señal milagrosa nos muestras para justificar lo que haces?" Jesús respondió: "Destruyan este templo y yo lo reedificaré en tres días". Ellos contestaron: "Han demorado ya cuarenta y seis años en la construcción de este templo, y ¿tú piensas reconstruirlo en tres días?" .
    Jesús se refería a su cuerpo como un templo, que resucitó a los tres días de su muerte, como les dijo a los judíos. El Templo representa la presencia de Dios, por eso para Jesús es sagrado.
    Teresa

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